SEÑAL
EN VIVO
PRIMEROS
PASOS
TODO LO QUE NECESITAS SABER PARA EMPEZAR LA CARRERA DE LA FE
¿CÓMO ORAR?
¿POR DÓNDE EMPIEZO A LEER LA BIBLIA?
¿POR QUÉ IR A LA IGLESIA?
¿QUÉ DEBO HACER?
¿QUIÉN DEBO SER?
Seguramente tienes muchas preguntas.
Tal vez aún quedan dudas acerca de cómo caminar con Dios. Escuchas cómo otros creyentes hablan de su relación con el Espíritu Santo y te cuesta pensar que puedes llegar a tener un nivel de fe parecido. Tal vez experimentes la presión que traen todas estas interrogantes.
Sin embargo aquí encontrarás algunas respuestas y principios que te ayudarán a ubicarte mejor ahora que estás empezando tu vida cristiana y estás dando tus primeros pasos en la fe
DIOS TE ESTÁ BUSCANDO
Esta historia que estás empezando
es una historia de amor.
Dios te está buscando. Él ha trazado un plan para alcanzar tu corazón, es Él quien tomó la iniciativa.. Muy pronto vas a descubrir que no eres sólo tú quien estás buscando a Dios, sino que Él te encontró. Fue su amor que ha dado el primer paso.
Ser cristiano es inicialmente dejarse amar por Dios
(Mateo 18:12; Lucas 19:10; Juan 4:23; Isaías 65:1; Salmos 139:1-2)
UN AMOR VERDADERO
Dios es amor.
Esta es la verdad más importante y que siempre te va a permitir entender todo lo demás acerca de Jesús.
Nada que hayas vivido ni nadie se puede comparar al amor perfecto e íntegro de Dios. Su amor es incesante, inagotable. Dios te ama cuando eres fuerte y cuando eres débil; Dios te ama cuando estás cerca y Dios te ama cuando estás lejos. En cada momento puedes descansar libremente en sus caminos
(Salmos 36:5-7; Juan 3:16; Romanos 8:37-38; 1 Corintios 13)
PERDÓN SIN LÍMITES
Jesús dejó establecida una verdad que nos cambió para siempre. "todos tus pecados son perdonados" Esa declaración es la más esperanzadora sentencia de salvación, es el inicio de la perfecta gracia que nos abre las puertas del cielo. Cuando comprendes lo que pasó en la cruz ya no quieres nada más, pues allí, por la sangre de Jesús, se pagó el precio de todos nuestros pecados, no sólo algunos, sino TODOS!! Jesús nos ofrece la oportunidad de empezar una nueva vida en justicia, de la mano de Dios, empezar de cero una eternidad donde no hay condenación. Lo único que pide el Señor es que vengamos a Él en arrepentimiento y fe
(Efesios 1:7-8; Colosenses 1:13-14; Romanos 3:25; Salmos 103:10-12; Isaías 43:25; Hebreos 9:25,27)
APRENDE A ORAR
Orar es hablar, hablar con Dios.
Ten paciencia, ten calma. Lo más seguro es que no sepas cómo hacerlo, que te distraigas, que no sepas qué más decir, que se te acaben las palabras o hasta te de sueño. Pero orar es un arte que debe ser desarrollado con la práctica. Sé constante, procura hacerlo seguido y en cualquier momento, para decisiones importantes pero también para descansar. No importa el momento ni el estado: puedes orar con libre acceso a Dios. No son tus palabras sino tu corazón en sinceridad y fe lo que importa. Simplemente empieza, ya verás cómo Dios también te habla
(1 Tesalonicenses 5:16-18; Filipenses 4:6-7; 1 Juan 5:14;
Jeremías 29:12; Marcos 11:24; Salmo 145:18)
¿COMO LEER LA BIBLIA?
¿PORQUÉ IR A LA IGLESIA?
Lo primero a saber es que NO VAMOS a la iglesia, sino que SOMOS la iglesia. Nuestros cuerpo es templo del Espíritu Santo y somos el cuerpo de Cristo. Además de esto hay que reconocer que fuimos creados por Dios de manera que podamos dar y recibir compañía, somos fundamentalmente seres sociales, pero es muy bueno tener una familia desde lo espiritual. Es bueno que hagas amigos en la iglesia, que participes y te integres, ya verás que no ha nada mejor que buscar a Dios con otras personas. Todos somos imperfectos humanamente hablando, pero Dios nos creó para que caminemos juntos y en amor, para tener comunión.
Si Dios es nuestro Padre, entonces somos hermanos
La iglesia es el plan de Dios. Congrégate cumplidamente y recibe palabras de fe en la casa de Dios. Encuentra una casa de fe cercana, asiste a las redes y no te pierdas ningún campamento o retiro
(Hebreos 10:25; Mateo 18:20; Hechos 2:42-47; 1 Corintios 12:28;
1 Juan 1:7; Colosenses 3:16; Romanos 12:4-5)
SÉ CONSTANTE
En buena medida la iglesia tiene como propósito adicional que encontremos un grupo de personas que nos animen a la fe y donde nosotros podamos igualmente animar a otros. La disciplina te llevará muy lejos. Persevera en la fe, en conocer la Escritura, en el congregarte y vas a ir inevitablemente en aumento. Comprende y acepta la obra de Dios como un proceso, más que un evento. Toma una decisión firme de permanecer en Cristo a pesar de la oposición, las pruebas y las tentaciones de este mundo. Ten fe siempre porque Jesús te ha dado la victoria!
(Hebreos 10:39; 2 Corintios 5:17; Lucas 9:62; Isaías 43:18-19;
Filipenses 3:13-14; Hebreos 12:2)
¿Y MI FAMILIA?
¿Y MIS AMIGOS?
Algunos te van a juzgar, otros a rechazar y quizá hasta se molesten contigo. Debes saber que tal vez amigos o familiares se burlen o te intenten aislar emocionalmente sólo por causa de tu fe. Los cristianos siempre hemos padecido (y florecido) en medio de la oposición y hasta la persecución. Es necesario que nuestra fe sea probada. Todas las épocas han sido hostiles hacia la fe y nuestra generación no es la excepción. Sin embargo te animamos a que seas muy decidido pues Dios te transforma, te hace brillar, te corona de muchos favores y te da la gracia para demostrar que tu cambio fue pasar de muerte a vida. No dejes de dar buen testimonio y cada vez que puedas comparte con ellos la palabra de Dios en amor. Invítalos a la iglesia; cada vez que tengas oportunidad procura compartir tu fe, pero no discutas con nadie, no obligues a nadie, mejor ora por todos y recuerda que alguien también oró por ti
(Juan 15:18: 18; Salmos 27:10; Lucas 10:16; 1 Corintios 2:14;
Romanos 15:13; Isaías 53:3; Juan 12:48)
¿PORQUÉ SEMBRAR?
Sembrar en la obra de Dios permite que el alcance de las Gran Comisión se extienda a muchos mas lugares y personas. Cuando lo hagas que sea libremente y en amor, nunca por fuerza ni como resultado de la manipulación humana, deja que sea la gratitud hacia Dios y la obra del Espíritu Santo lo que te guíe acerca de cuándo y cómo hacerlo.
Practicar la siembra viene con grandes promesas!
(Proverbios 3:9-10; 2 Corintios 9:6-8)
